Mejillones al vapor

Deliciosos mejillones al vapor

Mejillones al vapor con vino blanco y cebolla

Mejillones al vapor con vino blanco y cebolla

Como sucede en muchas elaboraciones gastronómicas, lo más sencillo es lo que más éxito suele tener, lo mismo que sucede con un plato como son los mejillones al vapor. En esta ocasión queremos compartir contigo una sencilla receta de mejillones al vapor con vino blanco y cebolla que les dará un delicioso sabor.

Los ingredientes necesarios para hacer este plato son:

  • 2 kilos de mejillones frescos.
  • 1 vaso pequeño de vino blanco (de mesa)
  • 2 cebollas.
  • 3 dientes de ajo.
  • Perejil fresco recién picado.
  • Sal y pimienta negra molida (al gusto)
  • Aceite de oliva virgen extra suave.
  • El zumo de un limón.

La receta de mejillones con vino:

Limpiaremos los mejillones eliminando las barbas o filamentos que sobresalen de su concha así como cualquier otro resto que pudieran tener adherido. Los pasamos bien por agua para eliminar los posibles restos de arena y ya podremos comenzar a hacer la receta.

En una cazuela echaremos agua hasta cubrir unos 3 centímetros del fondo, añadiremos el zumo del limón y el limón. Pondremos la vaporera con los mejillones dentro y dejaremos que se hagan a fuego medio.

Desde el momento en el que el agua rompa a hervir contaremos 10 minutos para que estén hechos. Mientras tanto pelaremos la cebolla y los ajos y los picaremos muy finos y los sofreiremos en una sartén con un chorro de aceite de oliva hasta que se poche la cebolla y el ajo esté dorado, incorporaremos el vasito de vino blanco y una cucharada de perejil picado muy fino.

Dejaremos que el alcohol se evapore y ya estará listo para comer. Serviremos los mejillones en una bandeja desechando la concha donde no esté la carne y echaremos el refrito por encima de los mejillones.

Unos consejos para su cocinado:

A la hora de comprar los mejillones debemos tener en cuenta el aspecto que tengan aunque normalmente en la pescadería o en supermercados ya vienen en bolsas y no podemos verlos todos. Debemos desechar aquellos que tengan la concha rota o estén abiertos porque podemos exponernos a una intoxicación.

Es importante que cuando los compremos, los mejillones se encuentren sobre el hielo y no sobre agua dado que podrían abrirse y contaminarse. Además, debemos fijarnos en que la concha debe ser negra y brillante, si no brilla es mejor no comprarlos.

Si en lugar de un kilo hacemos más y no vamos a comerlos, se pueden congelar con su jugo y aguantan bien en el congelador unos tres meses sin que se vean demasiado alteradas sus propiedades.